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Karen Spano y el Clítoris Gigante de Katrina Kunetsova


El público ingresa en la sala y ella nos recibe desde el escenario con esa mirada inmensa y tierna sonrisa. Es Katrina Kunetsova, la mítica estrella del porno y su clítoris gigante. Provocadora y a la vez respetuosa como pocas, Katrina y el Clítoris Gigante, texto de la peruana Patricia Romero, es una de esas obras que no es fácil encontrar en nuestro teatro nacional.

El título de la obra, tan provocador, directo y transgresor, como la propia Katrina y su increíble historia de vida, pero a la vez, es un relato – casi en su totalidad - narrado en primera persona, tan tierno y sincero como la enorme mirada de su protagonista, Karen Spano.

Romero toma pautas que son consideradas escandalosas en nuestra cotidianidad, una estrella del porno, su increíble y triste historia que gira alrededor del mito de su enorme clítoris, el milagro de un santo y un anuncio que será dado en esta ‘conferencia de prensa’ (nada más acorde con los tiempos). Todos son parte del sensacionalismo con el que convivimos diariamente.

Pero Katrina y el Clítoris Gigante, está en la otra orilla del sensacionalismo. La historia nos sitúa a los espectadores como parte de los curiosos que acuden a la clandestina conferencia de prensa de la famosa actriz porno Katrina Kunetsova. Ahí, ella ha prometido revelarnos los extraordinarios hechos que la han llevado a anunciar su retiro del cine para adultos.

A través de un texto directo y aparentemente provocador, aparece la inmensa humanidad de la protagonista. Conmovedor y divertido, el relato en primera persona nos lleva por la historia de Katrina, sus amores y decepciones, sus ansias y deseos, sus alegrías y sufrimientos, sus hombres, el maltrato, la soledad y la esperanza, un santo patrón y un milagro.

Patricia Romero, autora del texto, dirige el montaje con mano segura. La elección de Spano como protagonista es muy acertada. Karen, es una actriz con mucha personalidad y fuerza, pero también, cuenta con ese lado frágil y dulce que la protagonista necesitaba para que la mirada de Romero tomara cuerpo.

El relato de Katrina lleva los giros necesarios para incorporar las escenas que nos llevan a conocer a los hombres de su vida y a través de estos, su tremenda soledad. Estos quiebres narrativos, son la excusa para ver en escena a sus amantes y poner en relieve la violencia a la que es sometida.

La gran fuerza de esta historia proviene del inteligente planteamiento dramatúrgico de Romero. El tono íntimo del relato en una historia que va in cresciendo y que nos lleva a través de un testimonio doloroso y febril, todo tratado con una dulzura y un respeto que se contraponen con lo brutal de lo que se dice, es lo que le da fuerza y vitalidad a esta historia delirante, que no es más que una metáfora para hablar de la violencia hacia la mujer vista como objeto, la dependencia al otro, los miedos, la soledad, la discriminación, el machismo, pero también, nos habla de la búsqueda de uno mismo, de los sueños por encontrar nuestro camino y a nosotros mismos. De la esperanza, de la fe y de la búsqueda de una identidad propia.

Lo descarnado del relato tiene su correspondencia en un montaje tratado con trazo grueso. Una iluminación más bien plana y un escenario atiborrado de muebles, tal vez pudieron tener un mejor tratamiento. Las escenas con los hombres de Katrina, le dan un respiro a lo narrado al infringirle cierta movilidad a la historia, aunque lo fuerte de esta está en lo que Katrina nos cuenta.

Sus contrapartes masculinos, Gianni Chichizola como Jacobo ‘Todoterreno’- demás está el último gesto que el actor lanza a la platea, un ademán afeminado con la mano que sale sobrando en el tono de la historia- , Luis Baca como Iván ‘el Grande’, Sergio Paris y David García Coll ( a quien pudimos ver en escena) como Kosta Ivanovic, Claudio Calmet como San Juan Nepobuceno y el gran Hernán Romero (padre de la autora/directora), como el doctor Svodoba, completan el elenco de esta historia y aunque su participación no nos brinda muchos más referentes a la historia que se nos narra, si nos confronta directamente con la violencia, el desamparo y el engaño en el que gira la vida de Katrina.

Katrina Kunetsova y el Clítoris Gigante, fue presentada por primera vez como parte del taller de Sala de Parto el 2013 y se estrenó por vez primera el año pasado. Esta es su segunda temporada a punto de terminar en el auditorio del Centro Cultural Ricardo Palma.

Absurda, audaz, provocadora, tierna, brutal, delicada y tremendamente contemporánea y humana, Katrina Kunetsova y el Clítoris Gigante, es un ejemplo de gran dramaturgia y un estupendo montaje que representará al Perú en el 11° Festival Iberoamericano de Teatro “Cumbre de las Américas”, a realizarse en Mar del Plata, Argentina, en octubre próximo.

Karen , la protagonista

Karen Spano, Lima 1976, es parte de una camada de bellas y talentosas actrices de su generación, junto a Jimena Lindo y Lita Baluarte, entre otras. Dueña de los ojos más grandes, bellos y expresivos de la escena nacional y de una personalidad fuerte y a la vez frágil y femenina, es la protagonista ideal de Katrina. Difícil luego de ver la obra imaginarse a otra actriz en el papel de la diva del porno con el clítoris más grande de la historia.

Karen empezó su acercamiento al teatro en su colegio, el Humboldt. Siguió luego estudios en el Teatro de la Católica. Desde 1998 la vemos en escena en diversas obras como Runar y Kyllikki (1998), El Gran Teatro del Mundo (1998), Fosca (1999), Héroes (2001), Perdidos (2002, con texto y dirección suya), Caín (2002), Ombre, Pote! (2002), El Loco de los Balcones (2003), Tres Historias del Mar (2003), El Gran Teatrito del Ombre (2003), In bocca al lupo (2003), Description de l’omme (2004), Antonio y Cleopatra (2004), Historias del Hombre de Tierra (2005), La Tapada Limeña (2005), La Puerta Invisible (2005), La Casa de Bernarda Alba (2005), La Trampa Mortal (2007) y Extremos (2007).

En televisión, actuó en la serie “Esos Chikos de Ahora” (2003) y en las novelas “Isabella” (1999), “María Emilia” (1999), “Soledad (2001), “¡Qué Buena Raza!” (2002) y “Tormenta de Pasiones” (2005). También ha tenido participación en filmes como Ojos que No Ven y Mariposa Negra, de Francisco Lombardi.

Madre de dos bellos niños y con una relación estable desde hace nueve años, Karen Spano es también una empresaria que ha apostado por la comida con su restaurante La Crika.

Y mientras la fotografiamos en su casa, ella nos mira con sus inmensos ojos y nos dice que “este personaje, Katrina, es uno de esos regalos que te llegan de la vida como un milagro y que solo puedes agradecer”… y nadie más agradecidos que nosotros.

Fotografía: Germán Ballesteros Loli

Maquillaje: Eduardo Atalaya

Facebook: Eduardo Atalaya Silva / Eduardo Atalaya Make Up Artist.

e-mail: eduatalayas@hotmail.com

e-mail: novias@eduardoatalaya.com

Tlf: 997084028

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