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La Muerte y la Doncella


La vi la semana de su estreno y ayer regresé, básicamente a tomar fotos, pero me encontré con lo que siempre se sabe. Una obra se ve mejor hacia el final de su temporada. Las continuas pasadas logran cuajar mejor el montaje y hace que los actores interioricen mejor sus personajes. Los nervios del estreno quedaron atrás y la obra cobra su propio ritmo y vida. Si bien la semana de su estreno, este montaje del estupendo texto del chileno Ariel Dorffman, digido por Mikhail Page, ya se mostraba solvente, es ahora hacia el final de su temporada que, caray, ha cobrado una intensidad real…brutal, como la misma historia que nos narran.

El texto de Dorffman es duro y sin complacencias. Nos cuenta la historia de una mujer, Paulina, casada con un abogado que ha sido nombrado para dirigir la Comisión que verá las muertes y las violaciones a los derechos humanos acontecidos durante la brutal dictadura de Pinochet. Paulina fue una de esas víctimas y el destino la pondrá de frente con su pasado. No les voy a contar lo que sucede. Hacerlo sería un crimen tan grande como el que le sucedió y le sucede a la protagonista de la historia.

Paulina, encarnada por Cécica Bernasconi, en una impresionante performance llena de emociones, no solo se enfrenta a su pasado cara a cara, también nos enfrenta a nosotros, como sociedad, a discernir qué es lo correcto, cobrar venganza por nuestras propias manos o dejar que la justicia actúe. Un texto lúcido y directo. Brutal pero cotidiano. Page acierta en llevar esto a escena. Y acierta también, en sus actores. Ya dijimos que Cécica Bernasconi está impresionante como Paulina. Su trabajo evolucionó desde el estreno a ahora y nos revela a una actriz a la que hay que tomar mucho más en serio. Gerardo García Frkovich es el abogado y esposo de Paulina. Correcto y puntual. Es el abogado ecuánime, parado en medio de la víctima y de su verdugo. Humberto Cavero reemplaza a Hernán Romero en el papel del doctor Miranda. Debo decir que ninguno de los dos me llegó a convencer del todo, pero ambos cumplen y no desmerecen frente a sus compañeros.

La dirección de Page logra llevar el montaje, que ya tuvo una primera versión en los años 90, sin condicionamiento alguno, exento de amaneramientos. Con la misma claridad y cotidianeidad con la que Dorffman nos presenta esta historia. ¿Qué falla? La iluminación, no siempre favorecedora. También hay un abuso, creo, en poner esa pista de sonidos de mar en cada cambio. Creo que funciona una o dos veces, luego le resta a momentos en los que el silencio entre una escena y otra hubiera significado más.

Corran al Teatro de Lucía. Solo quedan tres días para ver La Muerte y la Docella. Finaliza el lunes 28.

LA MUERTE Y LA DONCELLA

(de Ariel Dorfman)

ACTÚAN: Humberto Cavero, Cécica Bernasconi y Gerardo García Frkovich.

DIRIGE: Mikhail Page.

Teatro de Lucía (Calle Bellavista 512, Miraflores)

Jueves a lunes a las 8 P.M. Domingos a las 7 P.M. Teléfono 702 8424.

Entrada general S/. 50.00

Jubilados S/. 35.00

Estudiantes S/. 25. 00

lunes populares - Entrada S/. 30.00

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